Exlibris Toulouse-Lautrec

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Sello de Caucho Ex Libris Toulouse-Lautrec Jardín de París. Tamaño de Impresión 46×39 mm.

  • Sello manual realizado en caucho y montado en una montura de madera.
  • Sello realizado individualmente para una calidad óptima.
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24,85 IVA Incluido

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  • *Nombre

    Color almohadilla

    Tipo de Montura

    Caja Sello exlibris

    Saquitos de tela

    Observaciones

SELLO EXLIBRIS TOULOUSE LAUTREC – JARDÍN DE PARÍS
COMPUESTO:
– Sello de caucho tamaño 46×39 mm.
– Base y mango madera de haya.
– Bolsa Limosnera Judas color burdeos o azul oscuro
– Almohadilla disponible en 4 colores
– Descripción del Ex-libris.

BREVE DESCRIPCIÓN
Toulouse Lautrec – Jardín de París
Henri de Toulouse-Lautrec nació el 24 de noviembre de 1864, en el sur de Francia. Hijo y heredero del conde Alphonse de Toulouse-Charles, fue el último en la línea de una familia aristocrática que data de miles de años. Cuando era niño, Henri estaba a menudo débil y enfermo. A los diez años de edad empezó a dibujar y pintar.
A los doce años se fracturó la pierna izquierda y a los catorce años su pierna derecha. Los huesos no se curaron bien y dejaron de crecer. Llegó a la madurez con un tronco del cuerpo de tamaño normal, pero con las piernas anormalmente cortas. (media 1,5 metros)
La gran musa de Lautrec fué Jane Avril, una bailarina de cancán que había estado confinada en un asilo mental.
En 1893 Lautrec produjo un cartel para anunciar actuaciones de Avril en el Jardin de París, un salón de baile de moda en los jardines de los Campos Elíseos.

En Stampa nos esforzamos en realizar sellos de caucho exlibris de calidad, esto nos diferencia de la competencia. Diseños originales, tipografías adaptadas al motivo de la imagen, todo esto acompañado con una presentación elegante.

El exlibris, en su esencia y en su concepto originario es la indicación de pertenencia que el propietario de un libro pone en el revés de la cubierta ó en la guarda del libro.
Desde que hubo libros y ésto fueron objeto de propiedad particular, hubo, naturalmente, de parte del propietario deseo de conservarlos en su poder y librarlos del extravío. Así, no es extraño que ya en  tiempo de los Faraones existiese el ex-libris, ó documento en el que hacía constar que el libro era  uno de los que poseía el que lo atestiguaba  con aquella señal.

Categoría

Arte

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